Ahora me doy cuenta que antes sí que tenía una vida monótona.Se ha pasado el periodo en el que mi cabeza ha asimilado que el tiempo pasado es historia y no volverá así que, gracias a mi familia, amigos y sobre todo a mi psicóloga Ester, lo he ido superando y he dejado atrás esos miedos existenciales, y me he enfrentado a mi realidad, el futuro. Me he vuelto algo quejica y comodón, si puedo me escaqueo de hacer cosas, pensando que alguien me las hará o vendrán en mi ayuda. Grave error, hay que esforzarse y hacerlo uno mismo, todo lo que podemos y dejar de lamentarnos.
Estaba haciendo unos ejercicios y oí la noticia del accidente de Santiago de Compostela y se me llenaron los ojos de lágrimas y pensé ''peor están los 40 fallecidos que ya no tienen recuperación y el sufrimiento de todas esas familias''. Yo, claro que me puedo quejar ante este revés en la vida, pero seguiré luchando. Necesitaría convertirme en un gato, por lo de las 7 vidas... Voy a necesitar 3 vidas enteras, para agradecer a mi familia, a mis amigos a mis familiares, a mis compañeros de trabajo y mis alumnos, el apoyo que me han dado todos estos meses de forma personal o a través del móvil y del Facebook. Muchas de las cosas que me habeis escrito me han emocionado, mi carácter de duro o serio ha desaparecido, siempre he pensado que era por el bigote.
Una de las palabras que he desterrado es la de exalumnos, pese a quien pese,seguireis siendo para bien o para mal MIS ALUMNOS, de ex... nada.
Uno de vosotros me escribión si me acordaba de él y os puedo asegurar que me acuerdo de todos y comprobareis que el ICTUS no ha podido con mi cabeza. Os contaría y os recordaría cosas que hasta vosotros-as no recordais, con muchos de vosotros hace 25 ó 30 años que no nos hemos visto, pero siempre he guardado pequeños detalles de vuestro físico que me ayuda rápidamente si me encuentro con alguno de vosotros. Mi jornada ahora es simple, no tengo obligación de madrugar,así que según tengo programada la jornada me levanto a las 9 y media, me aseo y desayuno y después de ponerme la ropa de deporte a esperar que venga la ambulancia y me lleve al centro de rehabilitación ASERHCO. Nada más entrar me encuentro con Begoña la recepcionista que te recibe siempre con un cordial buenos días Andrés,qué tal te encuentras hoy ?, siempre acompañado de una dulce sonrisa. A los pocos minutos se abre la puerta de cristal y aparece David o Laura mis fisioterapeutas, con los que he estado 57 sesiones de duro trabajo hasta ahora, excepto en este periodo estival que por las vacaciones he tenido de fisio a Beatriz. He estado muy contento con todos, aunque ha sido con mi fisioterapeuta granadina Laura con la que más he congeniado, y no por ser blanda, al revés, me exige lo que ella cree que puedo dar y me caló el primer día y es imposible hacerle ninguna trampa, me pilla ya cuando lo estoy pensando, ni lo he intentado, de repente oyes su voz en el gimnasio que dice Andrés, no estarás pensando agarrarte en las espalderas?,ahora comprendo a mis alumnos, lo malo que les sabía que les acertara lo que me iban a decir antes de abrir la boca. De ahí que dijeran, Andrés tiene el ojo que todo lo ve.
Otro días, la rehabilitación la recibo en el centro El Carmen, donde me desplazo con la silla de ruedas, ayudado por Javier, amigo de mi hijo Álvaro.
Allí, mis fisioterapeutas han sido Carmen, Cristina, Clara y Aitor. Aquí me encuentro como en mi casa, porque aunque se que voy a trabajar, voy contento porque veo que voy avanzando. Cristina trabaja conmigo todos los aspectos de la movilidad y ha conseguido, en muchas ocasiones, que el dolor de hombro, por el problema de la escápula, se haya visto reducido, y el cariño con el que me trata demuestra no solamente, su valía profesional, sino su valor como persona, que desarrolla un trabajo por vocación. Carmen es la directora del centro y tuve la gran fortuna de conocerla en el hospital al participar como paciente en unas sesiones de Bobath y como continuación a la rehabilitación hospitalaria continué en su centro, que es magnífico, y los avances que he tenido son importantes, notando el progreso cada semana. Aitor es un fisio con el que puedes hablar de todo, dando ánimo en todo momento. Gran profesional también.
Por las tarde realizo trabajos de psicología. Tareas que me encomienda mi neuropsicóloga, Esther, del mismo centro de El Carmen, y juego con el ordenador.
Actualemente estoy leyendo el libro Vivir mi vida, de mi compañera de centro, Sandra Cebrián, el cual recomiendo a todas las personas que hayan sufrido en accidente cerebral.
Durante este tiempo, me he apropiado de dos slogans que todos conocemos: Querer es poder,que tantas veces he oído a Teresa Perales, y Sí se puede, del Real Zaragoza.
