domingo, 14 de julio de 2013

qué hago si mi mundo se desvanece

No es un cuento ni una historieta inventada, todo es real, por eso lo escribo en primera persona. Me llamo Andrés, soy profesor y he ejercido mi profesión en la docencia durante 31 años consecutivos, hasta que el pasado 6 de febrero del 2013 duante una de las clases me sentí raro y cansado,se me caía el boli de la mano,me fui a casa y me acosté lo que no podía sospechar es que me estaba dando un ICTUS CEREBRAL,la doctora de guardia me atendió por teléfono y al darse cuenta de algunos de los síntomas, envió una ambulancia que me trasladó a la clínica QUIRÓN,pero fui desviado al hospital  MIGUEL SERVET, donde fui atendido rápidamente por los doctores LÓPEZ GASTÓN  y CAPABLO,me hicieron numerosas pruebas e ingresé an la sala de ICTUS, neurología, en esta fría sala y rodeado de máquinas fue el primer momento en el que comencé a vivir la cruda realidad y mi mundo creado durante 57 años comenzó a desvanecerse,mi brazo y mano izquierda no se movían,no podía ni rascarme... no me obedecían. Las sorpresas no habían acabado, por la mañana me tenía que levantar para asearme y la pierna izquierda no respondía, no podía caminar...tierra trágame, ¿aún me podía pasar algo más? Cuando las constantes se estabilizaron fui trasladdo s la planta de CARDIOLOGÍA,más pruebas,pero no reaccionaba mi cabeza, no entendía que me estaba pasando y comenzó otro calvario, noche tras noche sin dormir y dándole vueltas a los recuerdos de tiempos ya pasados.que nunca volverían,nuevo traslado a la planta 0 ULME,UNIDAD delesionados medulares,bendita la hora, aquí empezó a cambiar mi forma de pensar. 
Descubrí que en esta plnta nunca se hablaba de enfermos y sí de pacientes, todo el personal sanitario te saludaban por tu nombre y la vigilancia y atenciones eran contínuas,frente a mi habitación había un gran sala con televisión, donde nos reuníamos la mayoría de pacientes de la planta para leer el periódico o ver la televisión un rato. durante mis 4 meses de estancia en esta planta he tenido varios compañeros pacientes con los que la amistad nos ha unido bastante, mi ídolo desde el primer día fueFELIPE, mucho más joven  que yo, Mariano, con 79 años, que se esforzaba todos los días y consiguió caminar y que le dieran el alta y volver con la familia a casa se recuperó con esfuerzo en todo lo referente al movimiento y desplazamiento, pero le desapareció el habla, nos identificábamos tanto que nos aparecían dolores en los mismos sitios y nos volvimos algo quejicas los 2,como nos decía TERESA, mi mujer ,os estais volviendo unos moñas o, lo que que todos los días oíamos de labios de nuestra fisioterapeuta  ANA de FRANCISCO que también la teníamos en común en el gimnasio y nuestros horarios eran seguidos, si cojo la mitad de FELIPE Y y la mitad de ANDRÉS, hago uno bueno. Otros grandes amigos que he hecho son José LUis, Manolo, José Antonio y Santiago. 
Cuando ingresé en la planta 0 me asignaron la habitación 002  , fue curioso, en la primera       noche recibí una visita de un joven de 35 años que se presentó como Miguel, iba vestido de blanco y me dijo era celador, ante mi cara de extrañeza me indicó que era exalumno mío, pero no nos habíamos visto desde que acabó la EGB y se fue al instituto, desde entonces gracias a él y a otras circunstancias y personas disfruté de ciertos privilegios. 
Durante todo el tiempo que estuve ingresado en la ULME,los horarios eran fijos para todo, por las mañanas a las diez y media al gimnasio donde estaba con la fisioterapeuta  ANA de Francisco,enseñándome a ponerme de pie y caminar de nuevo, fue muy duro al principio, luego me iba marcando metas cada día, la primera semana conseguí con ayuda, dar una vuelta completa al gimnasio. 
Las tardes eran diferentes, a las seis y media me bajaban a terapia ocupacional y el monitor FELIPE MUELAS, empezó a enseñarme a coger objetos, trasladarlos o cambiarme de una silla a otra o subir y bajar de la cama, todas ellas son acciones habituales que hacemos con normalidad y no hay que pensar como hacerlas, para mi era todo un mundo nuevo, pero con tesón y ganas daba sus frutos. Casi todas las tardes tenía numerosas visitas de compañeros, amigos, profesores, familia, alumnos, exalumnos y mis padres todas las tardes. Toda la semana había que trabajar duro y esperar que el viernes la doctora REIGADA te diera permiso de fin de semana. Salías con la familia a comer fuera y volvías el domingo a dormir.
Mientras estuve en la planta cero mi 2º hijo ÁLVARO, venía todas las tardes al salir de la Facultad y me dirigía y ayudaba en la rehabilitación, tanto en la habitación como por el pasillo, que al principio se me hacía eterno y larguísimo, Si no hubiera sido por su tesón y ayuda mi recuperación se hubiera alargado o no lo hubiera conseguido.
Era la envidia de la mayoría de los pacientes, hasta el personal sanitaria pensaba que mi hijo estaba estudiando para fisioterapeuta o había estudiado una carrera relacionada con la sanidad.
La penúltima semana de mayo, en una de las visitas de las doctoras, me comunicaron que la evolución era positiva y que al final de la semana siguiente me darían el alta. Por fin una noticia positiva.
En esa última semana de mayo, recibí la visita de mi hijo mayor Sergio y de mi nuera Sofía, y me comunicaron que a final de año sería abuelo, motivo de felicidad para mí y otra razón más por la que seguir luchando.
El 23 de mayo  recibí el informe de alta hospitalaria.
A partir de ese momento la rehabilitación la realizo fuera del hospital en dos centros de Zaragoza, Asherco con los fisioterapeutas David y Laura. Y centro de fisioterapia El Carmen con los fisioterapeutas Cristina, Carmen y la ayuda inestimable de la neuropsicóloga Esther.
Durante estos casi 4 meses de hospitalización  han existido momentos cruciales, como ya es sabido de todos soy un fanático del Real ZARAGOZA,las cosas en el fútbol fueron cada vez peor hasta lo inevitableEL DESCENSO