sábado, 25 de febrero de 2012

EL CEPILLO DE DIENTES

El 24 de febrero de 1938 la marca americana DuPont, fundada el 19 de julio de 1802 por un exiliado de la Revolución francesa, saca al mercado el primer producto de nailon destinado a la venta, nada más y nada menos que el imprescindible cepillo de dientes.
 Cuando hoy lo recuerdo, me gusta recordar también que esta gran multinacional –que tiene su origen en una familia que escapó de la sanguinaria guillotina- es la que ha investigado también la celulosa, la laca, descubrió el neopreno y en 1935, el nylon, al que siguieron después el plexiglás y el teflón… Hoy engloba miles y miles de empleados.
 Claro que os invito a bucear en la historia y descubrir que el filósofo Aristóteles, en la Grecia Clásica, ya le decía al gran Alejandro Magno que cada mañana debería dar un masaje a sus dientes con un paño de lino ligeramente áspero para limpiar y abrillantar. 
“Aunque una cárcel no parezca el lugar más apropiado para utilizar como ejemplo de limpieza e higiene, el caso es que uno de los referentes de la higiene, en este caso dental, se inventó en una cárcel de Newgate (Inglaterra). En 1780, los avatares de la vida, se dice que por disturbios callejeros, llevaron a William Addis a prisión. En aquella época la forma tradicional de lavarse los dientes era frotarlos con una trapo o tela de lino con sal u otras sustancias, el caso es que los trapos de prisión de debía ser muy “fiables” y decidió buscar un sustitutivo más higiénico. Se guardó un hueso de la cena y con un pequeño soborno a uno de sus guardianes consiguió unas cerdas, las unió y pegó en los agujeros que había hecho en el hueso… ya tenemos el primer cepillo de dientes tal y como hoy lo conocemos”.

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