miércoles, 14 de septiembre de 2011

El abandono y el vandalismo en la línea Huesca-Canfranc

Pintadas en Riglos-Concilio. .RAFAEL GOBANTES Pintadas en Riglos-Concilio. 
 Robos en Santa María y La Peña. .RAFAEL GOBANTES
El incendio que el pasado fin de semana puso en peligro la estación internacional de Canfranc es solo una prueba más de la dejadez que sufre el patrimonio arquitectónico de la línea, inaugurada en 1928. A lo largo de los 134 kilómetros que discurren entre la capital oscense y la localidad canfranquesa, tan solo las estaciones de Jaca, Sabiñánigo y Huesca se salvan del abandono. En los otros 11 apeaderos, la falta de mantenimiento de Adif y la acción de los vándalos han deteriorado gravemente el patrimonio.

No obstante, el viaje ofrece otras muchas imágenes de la desatención que padece una línea que a diario atraviesan solo 6 trenes de pasajeros (3 de ida y 3 de vuelta) y 2 de mercancías (Silos de Canfranc transporta cada día 800 toneladas de cereal).

  En Ayerbe, donde sí hay personal de servicio, la reforma que comenzó a acometerse en su día se quedó a medias ya que aunque se acondicionaron los andenes y los depósitos de agua que antiguamente daban servicio a las locomotoras de vapor, la reforma del edificio principal está pendiente, a la marquesina aún le falta la cubierta, la vieja cantina está llena de pintadas y la maleza y el óxido se están apoderando de una de las pocas placas giratorias de locomotoras que conserva la línea.

Como casi siempre en esta bendita tierra,destruimos lo nuestro y no le damos ningún valor y luego ensalzamos lo de los demás y les tenemos envidia.

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